miércoles, 11 de mayo de 2011

EL POR QUÉ NO RECORDAMOS DE CUANDO ÉRAMOS NIÑOS









La mayoría de los seres humanos no tenemos recuerdos de nuestros primeros años de vida. Para cuando llegamos a la adultez ya hemos olvidado la mayoría de las experiencias que formaron nuestra primera infancia.

Los científicos incluso han acuñado un término: amnesia infantil

Ahora, una nueva investigación llevada a cabo en Canadá encontró que esas memorias de los primeros años de vida son mucho más efímeras de lo que se pensaba.

Según los científicos de la Universidad Memorial de Terranova, antes de ir a la escuela (alrededor de los cuatro años) los niños pueden recordar lo que les ocurrió en sus años previos -incluso experiencias anteriores a los 18 meses- pero dos años más tarde esas memorias ya se habrán

Descubrieron que entre más pequeños los niños, más recuerdos tenían de sus primeros años, incluso a los 18 meses de edad.

Para confirmarlo, los investigadores entrevistaron a los padres quienes pudieron corroborar muchos de los eventos y la época en que habían tenido lugar.

Dos años más tarde los científicos volvieron a hablar con los mismos niños y una vez más les pidieron que recordaran tres experiencias tempranas de su vida.

Los resultados mostraron datos muy distintos: los niños recordaban experiencias muy distintas de las que habían hablado antes. Y muchos de los recuerdos que habían tenido dos años antes habían desaparecido.

"Los recuerdos más tempranos de los niños pequeños parecen cambiar y son reemplazados por recuerdos ocurridos a edades más tardías" explica la investigadora.

"Pero los niños mayores se vuelven más consistentes con sus recuerdos a medida que crecen", agrega.


Un estudio llevado a cabo por la doctora Patricia Bauer de la Universidad de Emory en Atlanta, Estados Unidos, sugiere que esto podría deberse a que los recuerdos de los primeros años se almacenan en nuestro cerebro de forma distinta que los de años posteriores.

Pero todavía se necesitan más investigaciones para confirmarlo y entender por qué los seres humanos borramos gran parte de nuestra infancia.